Volvemos para romper una lanza a
favor del uso del taxi como medio de transporte urbano.
Es por todos sabido que
precisamente el taxi no es una de las formas más baratas de viajar, pero esto
se compensa con creces cuando nos fijamos en las ventajas que nos ofrece. En
este post pondremos sobre la mesa las características que hacen del taxi un
medio de transporte único y diferente a los demás.
Y es que desde el momento en el llamamos a un taxi y nos subimos a él podemos observar la primera de sus características
principales: la independencia. Si
comparamos con otros medio de transporte como pueden ser el bus o el metro, el
taxi nos proporciona la comodidad de viajar sin aglomeraciones de gente.
Otra de las cualidades que posee
un taxi es su dueño, el taxista.
Cierto es que los habrá de todas las personalidades y que cada uno tendrá su
carácter, pero también es verdad que ofrecen un servicio que no te puede dar un
conductor de autobuses o el maquinista del metro. El servicio de un taxista va
desde el ayudar al cliente a subir el equipaje al maletero, hasta recomendar
los mejores lugares para visitar en la ciudad a los turistas despistados, y ya
si apuramos, podemos decir que a veces incluso ejerce de psicólogo.
La movilidad de un taxi es uno de
sus puntos fuertes con respecto a su competencia, puesto que donde haya
carretera el taxi llega. El cliente llegará a la misma puerta del destino sin necesidad de tener que caminar
desde la parada más cercana.
Cabe destacar como uno de los
factores que caracterizan a los taxis su disponibilidad.
Necesitas un taxi, haces una llamada y en un breve tiempo dispones de él justo
en el lugar que te encuentres, sin necesidad de moverte a ninguna parada ni
tener que estar diseñando combinaciones de líneas que te harán llegar a tu
destino.
¿De verdad aún sigues pensando
que no es un medio de transporte bastante adecuado con respecto a relación
calidad/precio? Desde aquí te animamos a que uses el taxi, te olvides de
tópicos y descubras muchas de sus ventajas que no hemos expuesto anteriormente,
porque solo son apreciables cuando subes a uno.